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¿Dónde están los Silicon en América Latina?

  • Published in MJ Tecno

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Difícil ha sido el tránsito de Latinoamérica en la súper carretera de la innovación. Asi lo demuestran sus economías, que casi todas se basan en la importación de productos tecnológicos. Sin embargo, algunos intentos ya comienzan a madurar y de a poco la región ha ido entendiendo que la inversión en este sector es clave para el futuro.

Como el Silicon Valley de América del Sur, fue calificado hace unos días Chile por la revista estadounidense especializada en negocios, tecnología e innovación, INC., debido al programa Start-Up Chile lanzado en enero por la gubernamental Corporación de Fomento (Corfo).

 

Según INC., Chile se pone al mismo nivel de países como Malasia y Singapur al decidirse a lanzar un programa agresivo que busca crear centros locales de innovación y fomentar el espíritu empresarial con esta inciativa, que pretende incentivar a Start-Up mundiales para que se instalen en el país sudamericano a través de la entrega de US$40.000, a cambio de permanecer seis meses desarrollando el negocio.

 

Iniciativas como esta se suman a otras de infraestructura como el polo tecnológico de Curauma, construido por la Corfo en Valparaíso y las que levantan la Universidad de Chile, entidad a la cabeza del  Parque Científico y Tecnológico Carén, emplazamiento de más de mil hectáreas ubicado en la comuna de Pudahuel; y la Universidad de Concepción, en la región del Bío Bío.

 

Pero, ¿qué es específicamente un polo tecnológico? Claudio Maggi, ex director Ejecutivo Comité Innova Chile (CORFO) y actual director de INAP Consultores, explicaba a Universia que los parques tecnológicos son localizaciones específicas que cuentan con una estructura idónea para acoger empresas y entidades vinculadas a actividades tecnológicas y a negocios innovadores.

 

Según dice, la importancia del emplazamiento de las entidades en estos polos de innovación, radica en que “para las empresas y entidades es clave el flujo de conocimiento y la consolidación de redes de recursos humanos. Por eso, la vecindad en torno a una localización física es importante, pasando a ser un factor que las empresas valoran al momento de instalarse”.

 

Pero además, el propósito de estos polos tecnológicos debe ser claro. Por un lado, deben “atraer empresas que puedan servir de anclas para el despliegue de industrias tecnológicas en Chile” y, por otro, “generar una atmósfera muy favorable y propicia para el desarrollo de nuevos emprendimientos de características tecnológicas, ya que los emprendedores en esos parques están cerca de sus potenciales demandantes”.

 

¿Cuántas de estas iniciativas hay en Latinoamérica? No muchas, pues es difícil coordinar una trabajo público-privado que permita su desarrollo, aunque sí exiten algunas que han encontrado madurez en los últimos años.

 

La experiencia mexicana. La ciudad de Monterrey, en el estado Nuevo León de México, alberga un proyecto llamado "Ciudad Internacional del Conocimiento" que busca fomentar la innovación tecnológica mediante la incubación de emprendimientos, el apoyo a la creación de capital intelectual y acceso a capitales de riesgo y otros fondos, aprovechando las cualidades de la zona, como sus más de 4 millones de habitantes.

 

Son siete las estrategias para cumplir con esta meta, las que incluyen rediseñar la agenda del sistema educativo de Nuevo León, atraer nuevos centros de investigación y empresas tecnológicas, promover la innovación en las empresas, universidades e instituciones de investigación existentes, crear nuevas empresas de innovación, ampliar la infraestructura urbana y cultural, difundir la nueva cultura empresarial, mejorar todo un conjunto de instrumentos financieros, incentivos fiscales y capital de riesgo para apoyar la innovación.

 

Iniciativas recientemente lazandas como esta, que además incluyen un importante elemento de planeación en su desarrollo, se complementan con otras incursiones más antiguas y que tuvieron un origen espontáneo en la costa pacífica del país norteamericano.

 

En efecto, pues casi 40 años antes del lanzamiento de la "Ciudad Internacional del Conocimiento", México ya había comenzado incipientemente a caminar por la vereda del desarrollo tecnológico de la mano de Motorola, empresa que en 1968 instaló la primera planta de semiconductores de la región en la ciudad de Jalisco, Guadalajara. Actualmente, esa zona concentra firmas como Flextronics, Sanmina SCI y Solectron, Hewlett Packard, IBM, Intel, ST Microelectronics y Siemens VDO, y es considerada una de las ciudades clave para establecerse en el rubro de la industria tecnológica.

 

En 2005, La consultora Technology Forecasters señalaba a Guadalajara como un lugar importante para el desarrollo tecnológico, dado que contaba con 12 fábricas, 16 proveedores de servicios y 24 centros de diseño.

 

Argentina "valley". Algunos sectores se han denominado así mismos como "valley", remedando a Silicon Valley, el gran polo tecnológico de Estados Unidos que se ubica en la zona sur del área de la bahía de San Francisco, en el norte de California, y que aloja a empresas como Google, Apple y Microsoft, entre otras.

 

Este es el caso de Palermo Valley, una organización que reúne a la comunidad de emprendedores web de Argentina. "Esto nace, así como los demas valles, por la necesidad no cubierta por el Estado de ayudar e impulsar a las empresas, en este caso de tecnología, para su crecimiento", dice Damián Emanuel de Palermo Valley.

 

Emanuel sostiene que la organización trabaja además para darle a sus miembros actividades de capacitación, información y acercarlos a concursos y becas que de otra manera sería muy difícil acceder. Res non Verba es la ONG que los apoya y sus miembros abarcan todas las áreas de conocimiento, desde entusiastas universitarios hasta importantes ejecutivos de empresas como Oracle.

 

Además de Palermo Valley, en 2008 Buenos Aires implementó un proyecto denominado "Distrito Tecnológico", el que cuenta con una ley que lo apoya y expone los beneficios para aquellas empresas que se establezcan en la zona, ya sean locales o extrajeras.

 

Dicha ley es la Nº 2972, y autoriza la exención del pago del impuesto a los ingresos brutos, subsidios no reintegrables para financiar hasta el 50% del costo de obtención de certificaciones de calidad, líneas de crédito preferenciales del Banco Ciudad de Buenos Aires para financiamiento de compra de inmuebles y construcciones, y para la adquisición de viviendas, y un plan piloto de alfabetización bilingüe y tecnológica para escuelas públicas ubicadas en sel sector, entre otros.

 

Asimismo, la Municipalidad de Rosario anunció en noviembre de 2010 la implementación de una zona tecnológica y la banca local se transformó en la entidad encargada de ofrecer líneas de crédito para el financiamiento de emprendimientos de hasta en cinco años, con una tasa bonificada de al menos cuatro puntos para todas las empresas que se instalen en el sector elegido.

 

Parques e incubadoras brasileños. En el año 2008, el ministerio brasileño de Ciencia y Tecnología lanzó el "Programa Nacional de Apoyo a las Incubadoras de Empresas y Parques Tecnológicos", con el fin de congregar emprendimientos en torno a zonas geográficas aledañas a universidades y centros de investigación para crear el ambiente necesario para la "incubación", "uno de los mecanismos más eficaces en la formación de empresas sólidas".

 

La iniciativa se basó en que el 30% de las empresas generaban alguna innovación tecnológica, pero menos del 4% introducía productos nuevos en el mercado. De esta manera, sus objetivos contemplan el financiamiento de proyectos de ciencia y tecnología dentro de estos parques, que hasta ese momento ascendían a sesenta y cinco en todo el país; la capacitación de los emprendedores y gerentes de las empresas que se establezcan en la zona; y el perfeccionamiento y mejora de la gestión de los servicios de infraestructura correspondientes. En 2010, la Financiadora de Estudos e Projetos (Finep), inyectó $10 millones de reales (US$6,3M)no reembolsables a esta iniciativa, de un total de $50 millones de reales destinados a parques e incubadoras.

 

Las empresas también tienen algo que decir. Algunas iniciativas para establecer zonas de innovación tecnológica han surgido desde las propias empresas. Por ejemplo, el Grupo Telefónica en su área de Innovación y Desarrollo lanzó Wayra, un proyecto que pretende impulsar a los emprendedores latinoamericanos, entregándoles las herramientas tecnológicas y financiera necesarias para que aceleren sus procesos y levanten capital.

 

La zona de acción abarcará a países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, México y Venezuela y en los próximos meses se pondrán a disposición las bases para participar de esta oportunidad de financiamiento y creación.

 

Innovación local. Cabe destacar también que estos "Silicon Latin" no sólo congregan sucursales de empresas consolidadas de Europa y Estados Unidos. También hay importante operadores regionales que apuestan al desarollo tecnológico de Latinoamérica.

 

Es el caso de Argentina, país que se ha posicionado como la nación que más produce software en la región, y junto a Brasil y México y pertenece al grupo de los 20 países más industrializados y emergentes.

 

Las condiciones para el desarrollo tecnológico están dadas por la alta presencia de universidades, algunas de ellas en el ranking de las 50 mejores del mundo, que al igual que en Silicon Valley, contribuyen a impulsar el desarrollo y transferencia del conocimiento y el surgimiento de nuevas industrias.

 

autor

Tamara Toro

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