3 claves para dejar de procrastinar
- Escrito por Management Journal
- Published in Top Management
Para la mayoría de nosotros no hay nada más desalentador que encontrarse frente a una página en blanco. La falta de dirección de un proyecto puede parecerte abrumadora y pondrás excusas para no hacerlo. Aquí hay tres claves para ayudarle y dejar de procrastinar.
1. No quedarse sólo con la idea
Walt Disney dijo la famosa frase: "Si lo puedes soñar, lo puedes hacer." Pero más allá de que él soñó en grande también trabajó muy duro para cumplir sus anhelos. Investigaciones recientes han demostrado que el exceso de fantasear acerca de una idea puede detener el proceso para llevarla a cabo.
Si podemos imaginar nuestro futuro éxito entonces esto nos va a motivar. El pensamiento positivo puede ser un motivador importante aunque hay que tener cuidado con las fantasías sobre nuestro éxito porque pueden ser contraproducentes.
El problema con las fantasías es que permiten anticipar el triunfo en el aquí y el ahora. Sin embargo, no nos alertan sobre los problemas a los que tendremos que hacer frente.
Eso no quiere decir que soñar en grande acerca de un objetivo final es una mala idea. Lo importante es cómo te acercas a ese pensamiento. Una manera efectiva de visualizar el futuro es pensar acerca de los procesos que intervienen en la consecución de un objetivo y no sólo lograrlo.
2. Evitar postergar el trabajo pesado
Es satisfactorio llegar al trabajo y ocuparse primero de las tareas más sencillas. Pero a menudo postergamos el trabajo pesado para más adelante como una manera de evitarlo.
En lugar de establecer una larga lista de tareas de lo que hay que hacer para el día, ocúpate de las tres cosas más importantes en las que necesitas centrarte. Define las tres acciones de alto impacto que deseas tomar cada día y hazlas. Cuando comienzas un proyecto ten en cuenta las principales prioridades para ese día.
3. Ser más tolerante
Retrasar una tarea bastante tiempo significa caer en la trampa de sentir que ya es demasiado tarde para empezar. Ser más tolerante contigo mismo te ayuda a empezar a trabajar en tareas molestas que has estado evitando.
Ninguno de nosotros es perfecto. Mientras que tengas la tentación de enojarte contigo por la realización de un proyecto recuerda que no hay tiempo designado para comenzar. Nunca es demasiado tarde y después de todo sólo eres humano. Así que conoce tus debilidades, perdónate a ti mismo y ponte en marcha.