Los verdaderos líderes hacen uso de su poder para ayudar a los demás

“El liderazgo funciona como el sol”, afirma Lolly Daskal. Pero para poder comprender mejor esta afirmación de la CEO de Lead From Within, hay que remontarnos a una fábula de Esopo: El Viento del Norte y el Sol.

En dicha fábula, el viento y el sol discuten por saber quien es más poderoso. Y para determinarlo decidieron hacer un concurso; el que fuera capaz de quitarle la capa a una persona que caminaba debajo de ellos sería el ganador. El viento fue el primero que lo intentó y sopló con fuerza, pero, entre más lo intentaba, el hombre mejor se acomodaba la capa. Después lo intentó el sol, quien empezó a iluminar suavemente hasta que la persona se quitó la capa y se sentó a la sombra.

El viento —furioso— le preguntó: ¿cómo conseguiste que se quitara el abrigo, qué fuerza usaste? Y el sol respondió: ninguna fuerza, lo hice con delicadeza y luminosidad.

“Puede que no lo parezca a simple vista, pero esta historia tiene mucho que ver con el liderazgo”, dice Daskal. Y expone las características que comparten los mejores líderes con el personaje de la fábula.

Los mejores líderes han experimentado el fracaso (porque éstos llevan al éxito). Y, con esto, han encontrado la forma de vencer esos obstáculos. Como resultado, pueden ayudar a los demás con esta experiencia. No usan la violencia, sino la calidez.

Los buenos líderes brillan cuando muestran respeto. Sus acciones expresan interés y cariño, no importa con quién estén tratando. Son constantemente atentos y generosos. “Como el sol, iluminan todo a su alrededor”, asegura Daskal.

Brillan cuando alientan a otros. Su voz levanta los ánimos, mejora la confianza y añade más leña al trabajo de los demás. Sólo unas simples palabras transmiten la comprensión y la inspiración.

Los grandes líderes brillan cuando escuchan con interés. Ellos realmente escuchan con compromiso, no sólo para obtener información, pasar el tiempo o ser educados.

Ellos hacen que quienes los rodean se sientan valorados e importantes, eso los inspira a sobresalir en lo que hacen.

“Cualquier persona puede ser un líder, pero el líder que brilla utiliza su poder para ayudar a los demás, es el que inspira a todos a su alrededor”, concluye.

Fuente:Mundo ejecutivo