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La holacracia o empresas sin jefes ¿éxito o fracaso?

  • Published in Top Management
El mercado actual, caracterizado por su constante cambio, requiere agilidad por parte de las empresas. Foto:cuentamealgobueno.com

Nuevos modelos de organización son posibles. El mercado actual, caracterizado por su constante cambio, requiere agilidad por parte de las empresas. Según su filosofía, cada compañía se organiza para conseguir ser rápidos y adaptarse a las necesidades del mercado.

La estructura más tradicional es piramidal: director general, jefes de departamentos y resto de empleados. Sin embargo, ¿qué pasaría si un día tu empresa deja de tener "jefes"?

A este tipo de organización se le conoce como holacracia y su principal característica es la ausencia de una única figura de responsabilidad que se encarga de dirigir y controlar todos los aspectos del negocio. Hace unos días saltaba la noticia: Zappos, la empresa de referencia en venta de calzado online y filial de Amazon, dejaba atrás su estructura organizacional y se decantaba por la holacracia. ¿Error o acierto? ¿Funcionan este tipo de empresas?

La holacracia: principales características

La 'holacracia' podemos definirla como "la gestión sin jefes" o "el poder es de todos" si atendemos a su etimología (del griego, holos + cracia). Se engloban dentro de este modelo de organización, aquellas compañías que se basan en la autonomía de sus trabajadores y en la corresponsabilidad. Es una variedad de empresa horizontal en la que no se definen puestos de trabajo determinados y en la que cualquier empleado puede aportar ideas para mejorar el negocio, sin necesidad de tener un cargo de responsabilidad. La igualdad es la clave.

En las empresas sin jefes nos encontramos con "roles", es decir, los profesionales no siempre van a trabajar en lo mismo. Se auto-organizan en círculos y todos pueden ir trabajando de un proyecto a otro e ir rotando según sus preferencias. De este modo, la holacracia destaca por 6 principios básicos:

Los empleados disponen de total libertad y autonomía. Cada trabajador es "la máxima autonomía", él decide dónde, con quién y cómo quiere trabajar.

Toda la información se comunica a todos. Ante la ausencia de jefes y para el buen funcionamiento de la organización, la comunicación adquiere un papel relevante; cualquier dato sobre los procesos de los productos o servicios ha de ser obligatoriamente y explícitamente comunicado a todo el equipo. La finalidad es que todos sean informados de cualquier novedad o cambio para que puedan aportar ideas o mejoras.

Corresponsabilidad en la toma de decisiones

Equipos en constante crecimiento. Según las características y evolución del proyecto, en caso de que requiera más trabajo se incorporarán más profesionales para su ejecución. Lo más importante es el trabajo y todos se empeñan en obtener buenos resultados y en el menor tiempo posible. No hay que perder el tiempo.

Resolución rápida de conflictos. Cualquier incidencia que surja entre diversos profesionales deberá ser resulta de forma sistemática e inmediata con el objetivo de favorecer el trabajo y no entorpecer el de otros.

Eliminación de cualquier factor ajeno que sirva como motivo de distracción o preocupación a los trabajadores.

Si atendemos a la estructura de la holacracia, no se asimila nada a la tradicional forma en la que el jefe se sitúa en la cúspide de la pirámide y tras él, en orden descendente, el resto de empleados clasificados según sus responsabilidades. Aquí las decisiones y la autoridad se reparte entre todos. ¿Cómo? A través de una holarquía fractal de sistemas auto-organizados. Cada empleado es una unidad y no depende de otros para trabajar; todos aportan ideas para mejorar el proceso de producción y crear un proyecto y todos pueden trabajar en la parte de éste que deseen.

Los trabajadores trabajan en pequeños círculos creados en función de la necesidad del proyecto. ¿Pero no existe nadie que organice? Esto no es del todo así. Dentro de cada círculo, habrá una o varias personas que conectarán con el resto de círculos para resolver cualquier problema que surja y ver cómo se desarrolla el trabajo.

De esta manera, las principales ventajas que aporta la holacracia a las organizaciones son agilidad, responsabilidad y eficiencia. Por un lado, al trabajar todos en unidad y quedar bien definidos los distintos procesos a través de círculos, la empresa se vuelve más ágil; en caso de que necesitemos algo sabemos a dónde acudir al igual que si existen problemas; por otro lado, todos los empleados saben qué tienen qué hacer por lo que el grado de responsabilidad es mayor.

Todo esto hace la compañía gane en productividad y sea más eficiente. En consecuencia, también se consigue crear un buen clima de trabajo y los empleados se encuentran más motivados al sentirse todos iguales dentro de la organización.

¿Funcionan estas empresas? Algunos ejemplos

A pesar de todos los beneficios anteriores, empresa sin jefes plantea una serie de preguntas sobre su efectividad, tales como: ¿quién contrata y despide en la empresa? ¿y los sueldos? En el caso de una de las pioneras en implementar la holacracia, la empresa de videojuegos Valve Corporation, todos los empleados deciden el sueldo del resto aunque existe un salario mínimo fijado entre todos.

Fundada en 1996 por Gabe Newell y Mike Harrignton, dos ex trabajadores de Microsoft, la empresa ha facturado más de un billón de dólares gracias a apostar por esta organización horizontal. ¿Cómo lo han conseguido? Gracias a su organización (los empleados eligen el proyecto en el que trabajar y forman equipo para posteriormente deshacerlo y formar uno nuevo en función de las futuras actividades) y a su movilidad: todos los muebles tienen ruedas para facilitar la movilidad a la hora de organizar los espacios de trabajo

Otras empresas similares son Morning Star, una de las compañías procesadoras de tomate más grandes del mundo y en la que los empleados asumen sus propias funciones y responsabilidades y toman sus propias decisiones sobre cómo gastar el dinero de la compañías, o Zappos, una compañía de zapatos y complementos de moda que está transformándose en una holacracia en estos momentos. ¡Más de 1.500 empleados trabajarán sin jefes!

Como vemos, las empresas evolucionan y optan por nuevos modelos de organización. ¿Ves a tu empresa organizada bajo una holacracia? Quizás dentro de poco, tú seas tu propio jefe en tu puesto de trabajo.

Fuente:educamericas

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