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¿Cómo manejar adecuadamente un conflicto?

Un conflicto surge cuando existen diferencias en los valores, opiniones e intereses que tienen las personas. Dichas diferencias contribuyen a que se dé la confrontación, oposición y el antagonismo entre las partes, ya que cada una buscará vencer y alcanzar sus objetivos y metas.

En el ámbito laboral los conflictos se presentan regularmente y éstos pueden ser ocasionados por diversos motivos, como son:

* La falta de comunicación
* Un liderazgo débil
* Confusión en los objetivos
* Pocas oportunidades para hacer aportaciones o para participar activamente lo que genera sentimientos de impotencia, frustración y enojo

Una competencia fundamental de cualquier líder consiste en su capacidad para identificar y posteriormente manejar de manera constructiva cualquier tipo de conflicto que se le presente.

Pensar que los conflictos no existen entre los miembros de un equipo de trabajo resulta una idea ilusoria e irreal y por esta razón es indispensable que el líder se encuentre preparado para afrontarlos y solucionarlos.

Si los conflictos dentro del ámbito laboral no son manejados correctamente pueden llegar a crear un ambiente hostil, cargado de resentimientos y estrés entre los miembros de un grupo de trabajo.

Entre las reacciones más comunes y que no contribuyen a la solución de un conflicto sino que más bien pueden llegar a incrementarlo están:

* Eludir el tema en las conversaciones u otros modos de comunicación
* Actuar como si el conflicto no existiera
* Aceptar fácilmente el punto de vista opuesto para evitar controversias, o
* Atacar con críticas, insultos, manipulaciones o acusaciones para vencer a la otra parte

Cómo manejar adecuadamente un conflicto

1) Separa los conflictos de las personas ya que si alguien se siente atacado o amenazado es muy probable que el conflicto se incremente, se pierdan de vista las alternativas de solución y se reaccione emocionalmente en lugar de actuar racionalmente.

2) Escucha lo que los demás tienen que decir demostrando respeto sin importar que tan grande sea el desacuerdo. Haz preguntas sólo cuando la otra persona haya terminado de hablar pues las interrupciones pueden ser interpretadas como falta de respeto.

3) Aclara la información expresando con tus propias palabras lo que has entendido. Pregunta cuando tengas alguna confusión para estar seguro(a) de que has comprendido los puntos de vista de la contraparte.

4) Cuando la discusión se vuelva tensa, repetitiva o amenace con desbordarse, lo mejor será hacer una pausa para retomarlo posteriormente.

5) Busca alternativas de solución demostrando apertura, flexibilidad y buena disposición para encontrar una solución que satisfaga a todas las partes involucradas en el conflicto.

6) Analiza cuidadosamente las diferentes opciones, ordenándolas jerárquicamente de acuerdo a su pertinencia y viabilidad para solucionar el conflicto.

7) Presenta tus propuestas y busca llegar a un consenso con tu contraparte. Esto se consigue cuando realmente se quiere soluciones y por tanto se reconoce la necesidad de ceder en aquellos puntos que nos resultan poco importantes o trascendentes.

8) Para manejar, enfrentar y resolver adecuadamente un conflicto es indispensable cambiar nuestra percepción hacia éste.

En el pasado, las organizaciones consideraban que el conflicto debía evitarse pues se le veía como nocivo y destructivo. Hoy, la concepción ha cambiado y los conflictos se perciben como fenómenos normales, inevitables y que sí se manejan productivamente, pueden constituir áreas de oportunidad para el crecimiento y desarrollo de las empresas.

Fuente:altonivel

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