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Cómo identificar a los "falsos imprescindibles" en una compañía

Son aquellos empleados que, al parecer, resultan indispensables para el buen desempeño del negocio, pero, en los hechos, no aportan un diferencial real. Foto:img.tecnologiapyme.com

Uno de las mayores pérdidas de tiempo en la vida laboral de cualquier empleado puede ser obsesionarse con la idea de que se es prescindible, es decir, que nadie va a poder hacer el trabajo que hace él para la compañía.

Sin embargo, esta idea parece cambiar, generalmente, al pasar una larga temporada alejado del puesto de trabajo, y, al regresar, darse cuenta de que la ausencia pasó completamente inadvertida en la empresa.

Aunque podría ser aún peor: puede suceder que al volver las cosas marchen aún mejor que cuando estaba. Y en ese momento es cuando el empleado reacciona y descubre que no es indispensable en su oficina.

Es que en todo ambiente laboral están aquellos que ni siquiera se toman días libres, o, si lo hacen, gastan horas y horas de sus vacaciones llamando al trabajo para comprobar que todo va bien.

En este tipo de organizaciones, es más normal que proliferen aquellos que aparentan realizar muchas tareas y están siempre ocupados, pero que al final, en los hechos, sucede lo contrario.

En general, quienes suelen ser olvidados tras una ausencia prolongada son aquellos que, durante su jornada laboral (caracterizada por el presentismo) intentan tomar el menor número de decisiones posibles.

Son los que nunca se arriesgan y delegan todo buscando el consenso. No se anticipan y, ante la incertidumbre, buscan excusas en el entorno que justifiquen su incapacidad para analizar, según consignó Expansión.com.

También suponen un caldo de cultivo ideal para un tipo de liderazgo incompetente que tiene cierta facilidad para generar bolsas de incompetencia. Ineficacias.

Quizá no resulte agradable identificarse con alguna de estas incompetencias, pero le ayudará a tomar conciencia de lo prescindible que se puede llegar a ser y el valor que se aporta.

En primer lugar es importante analizar el tiempo que hace perder a quien trabaja con usted, sean superiores o colegas.

Para esto, se debe calcular el cociente entre los problemas que le llegan y los que resuelve, y analizar si suele dedicarle mucho tiempo al micromanagement, es decir, al perfeccionismo exagerado, al análisis y al detalle absurdo.

También puede comprobar si tiende a cambiar de prioridades con frecuencia y si es de los que siempre están muy ocupados, continuamente desbordado y sin tiempo para nadie.

Todo esto prospera en organizaciones que, de alguna manera, incentivan esta situación y llevan a que el presentismo resulte rentable y más valorado que el trabajo en sí.

Estas empresas crean los "falsos imprescindibles" que tienden a estar siempre en la oficina aunque realmente no hagan nada productivo, porque en ese tipo de empresas siempre conviene quedarse más allá de lo necesario.

Estas empresas son también favorables para aquellos que desarrollan una hiperactividad estúpida que se identifica con la multitarea: invierten la jornada laboral en actividades inútiles sin valor.

Dar valor agregado

Los especialistas en el área recomiendan a los empleados que se encuentran en esta situación a darle un nuevo valor a sus tareas.

Las empresas buscan optimistas inteligentes, profesionales proactivos, que ofrezcan ideas y que hayan demostrado creatividad en la manera de obtener sus resultados y sean muy adaptables a las nuevas situaciones.

Si, al volver de unas vacaciones el empleado descubre que es prescindible y hasta podría ser despedido, lo más inteligente es que comience a trabajar con eficacia.

Fuente:Iprofesional
Mantener una actitud, positiva, mostrar flexibilidad y dar valor agregado a las tareas es fundamental.

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