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Los grandes líderes y CEOs de las empresas, ¿nacen o se hacen?

Ana Patricia Botín, Presidenta del Grupo Santander, hija del fallecido Emilio Botín. Foto:bankimia.com

Hay personas que nacen, como se dice coloquialmente, con la vida hecha. Otras que por las aptitudes que van obteniendo en su carrera profesional marcan en determinada empresa su futuro.

En cualquiera de los dos casos, las personas reciben una formación especial para luego tomar el reto de ser los presidentes o CEO de alguna organización.

El más reciente de estos casos es el de la nueva presidenta del Grupo Santander, Ana Patricia Botín, quien relevó a su padre, Emilio Botín, en el cargo de presidente de dicha organización.

Ana Patricia Botín se preparó como una de las banqueras más exitosas del mundo, pasando por JP Morgan, Banesto, la junta directiva de Coca-Cola y Suala Telecom, entre otras organizaciones. Sin embargo, siempre fue claro que estas empresas eran retos que necesitaba para llegar su actual cargo.

María Fernanda Jaramillo, directora de Talengo Colombia, aseguró que estos procesos suceden en su gran mayoría en empresas familiares, pero existen otras formas de preparación para aquellas personas que no hacen parte de un grupo familiar.

Según Fernando Albán, consultor en comunicaciones, cuando las compañías encuentran algún interés en cierta persona se enfocan en realizar un plan de carrera. Georges Plassat, presidente de Carrefour, es un ejemplo de este proceso. Después de trabajar en firmas como el Hilton y Eurest, entró al mundo de las distribuidoras como el Grupo Casino y Vivarte para luego entrar a pulirse a Carrefour Internacional y completar el proceso para reemplazar a Lars Olofsson en el cargo de primer directivo de dicha organización.

Natalia Arias, coach profesional, comentó que, en ese caso, lo más importante es que “la persona que la organización tenga en la mira esté de acuerdo con el futuro que se le proyecta y disfrute lo que haga, además haga parte de su sueño laboral”. Arias comentó que, de forma contraria, rara vez es exitoso.

Algo en lo que concuerdan los tres especialistas es que estas personas deben ser entrenadas tanto en la teoría como en la práctica. Jaramillo aseguró que, generalmente, estas personas han iniciado sus carreras en importantes universidades y con altos grados de estudio. Arias comentó que “es ideal cuando la persona realmente tiene el perfil, que desde sus primeros años profesionales se vayan puliendo sus talentos natos de la mano de mentores, cursos o diplomados afines con el tema al que se quiere proyectar.

Evidentemente, la formación sobre la práctica es más que necesaria. Albán comentó que si las personas hacen parte de la misma firma es mucho más fácil desarrollar esos talentos porque, como argumentó Jaramillo, el paso de una persona no solo depende de ella sino de que las otras firmas la quieran tener. “Pero muchas veces llegan a aprender dentro de la misma empresa que la quiere como su próximo presidente”. Así sucedió con la empresa familiar más grande del mundo: Walmart. Su actual presidente Doug McMillon, que sucedió a Michael Duke, estuvo preparándose para su cargo dentro de la misma cadena en filiales como Sam’s Club y Walmart International, además de ser director del Consejo de negocios entre China y Estados Unidos.

Norbert Reithofer, actual CEO de BMW, tuvo un proceso parecido en el que se entrenó en BMW planeación, BMW Estados Unidos, BMW Internacional, para luego haber adquirido las capacidades de dirigir al líder mundial en ventas de carros de alta gama.

Otro caso de sucesión “programada” fue cuando Alejandro Santo Domingo, sucedió a su padre, Julio Mario Santo Domingo, en el cargo de director de Valórem. Aunque este graduado de la Escuela de Historia y Artes de la Universidad de Harvard dedicó parte de su vida a este campo, siendo nombrado en 2009 como consejero de administración del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York se formó dentro de las marcas de su familia para tener el puesto que hoy tiene.

Otro ejemplo es Carlos Arturo Calle quien asumió la dirección general de su empresa familiar Arturo Calle. Este médico y piloto aprendió de la administración de empresa de su padre yendo después del trabajo a estar con él y ayudándolo en lo que necesitara. Para un caso de una empresa no familiar, el ejemplo perfecto es una mujer que ha sido elogiada en varias ocasiones por su acción dentro de la organización y por sus habilidades: Sylvia Escovar, la actual presidenta de Terpel. Su paso por instituciones como el Banco Mundial y el Banco de la República y los conocimientos que luego perfeccionó durante su proceso en Terpel, hasta el momento en que dejó su cargo de vicepresidenta la preparó para llegar a la cabeza más alta de la organización.

Otros casos en empresas no familiares son Tim Cook, CEO y presidente de Apple, que se formó en empresas como Nike, North American Fulfillment, Intelligent Electronics y Compaq hasta llegar a Apple Internacional y Apple Ventas y Carlos Raúl Yepes Jiménez, presidente de Grupo Bancolombia, quien ingresó a la compañía en el área de auditoría, luego de haber adquirido experiencia en el Grupo Argos, la Unión de Bananeros de Urabá y la Andi, entre otros.

Uno de los beneficios, según Jaramillo, es la oportunidad de perpetuar legados, modelos de negocio e innovación. Arias explicó que la búsqueda de talentos debería comenzar desde los colegios “para poder guiarlos y que descubran sus fortalezas y sueños desde temprana edad”. Lo cierto es que “quien tiene la vida hecha” es aquel que logra alinear realmente sus sueños con los de alguna organización, logrando así un beneficio mutuo, donde la persona tenga la oportunidad de superar retos y la empresa quiera esperarla.

El príncipe de Maquiavelo y la administración

Aunque el libro de Nicolás Maquiavelo se escribió en 1513 y se pensó como un concepto meramente político, ha servido de visión para muchas personas y empresas que buscan un plan de carrera gerencial. De texto se enseña que la delegación de autoridad no puede y no debe ser tomada a la ligera y que por eso hay unos pasos que la persona que se desempeñará como líder debe tomar para poder guiar a personas y ser seguido por ellas. La frase célebre del texto se adapta a la realidad empresarial cuando se piensa que el fin justifica todos los retos que se tengan que superar.

Fuente:La República

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