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El Banco de España quiere eliminar el salario mínimo

bancoespanianaEl Banco de España arranca siempre su informe anual con un resumen de la situación macroeconómica de España. Y Luis María Linde, como hacía Miguel Ángel Fernández Ordóñez, aprovecha esos párrafos para dejar constancia de sus recetas, sobre todo en materia laboral.

El gobernador, en línea con su antecesor, apuesta en este sentido por dotar al mercado laboral de una mayor flexibilidad y propone, entre otras cosas, permitir contratos de trabajo fuera de convenio y eliminar el salario mínimo interprofesional, actualmente en 645,30 euros, para algunos empleados. Combinando estas dos medidas se daría libertad para contratar a parados de larga duración por un sueldo por debajo de ese mínimo legal.

«Tras cinco años consecutivos de destrucción de empleo, la tasa de paro ha alcanzado tasas inaceptables y el riesgo de que las situaciones de desempleo de larga duración se hagan crónicas es muy preocupante», avisa Linde, que asegura que la reforma laboral todavía no ha logrado frenar la sangría de desempleo y propone al Gobierno de Mariano Rajoy «mantener y profundizar el impulso reformador mediante la adopción de medidas adicionales que promuevan la creación de empleo a corto plazo y faciliten la flexibilidad de los salarios». 

«Como resultado de todo este proceso de saneamiento, recapitalización y reestructuración, las entidades de crédito españolas afrontan los retos pendientes desde una posición de mayor fortaleza», celebra el organismo presidido por Luis María Linde

«Cabría explorar la posibilidad de establecer nuevas fórmulas que permitieran, en casos especiales, la desviación temporal respecto a las condiciones establecidas en la negociación colectiva, o mecanismos excepcionales para evitar que el salario mínimo actúe como una restricción para grupos específicos de trabajadores con mayores dificultades para su empleabilidad. También se deberían dar pasos adicionales para asegurar que la reducción del alcance de las cláusulas de indexación salarial no se revierta en fases de crecimiento económico», explica en el informe de 2012, publicado este viernes.

Tampoco esquiva Linde la reforma del sistema de pensiones públicas, ahora mismo a debate. En este sentido, el gobernador plantea adelantar la entrada en vigor de la jubilación a los 67 años, cuya implantación está previsto que se haga de manera progresiva hasta 2027. «Sería aconsejable anticipar la entrada en vigor del retraso en la edad de jubilación y del alargamiento del período de cálculo de la base reguladora, aprobados en la última reforma del sistema de pensiones, dado que, atendiendo a la intensificación del problema desde que aquella entrara en vigor, los plazos acordados resultan muy dilatados», justifica.

Saneamiento bancario de 200.000 millones

Quizá el año pasado haya sido el año más complicado para el sistema financiero español, la materia de realmente ocupa al Banco de España. Bancos y cajas de ahorros entraron en pérdidas de 1.390 millones de euros tras realizar un esfuerzo en provisiones de más de 100.000 millones de euros, más del doble que un año antes, con el fin de dejar prácticamente listo su saneamiento. Así, y desde que estalló la crisis en 2007, las entidades acumulan dotaciones por 200.000 millones, según el documento.

El Estado ha contribuido también de manera notable a sanear y poner en orden ese mapa bancario. La Comisión Europea salió al rescate del sector el pasado verano con una inyección total de fondos en ocho entidades de casi 38.833 millones, y se capitalizó el banco malo con 2.500 millones., con lo cual la factura total de ese salvamento en 2012 asciende a 41.333 millones. Ahora bien, si se contabilizan las inyecciones de dinero público hechas en los ejercicio anteriores por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) la cuenta asciende a 63.706 millones de euros repartidos entre 13 bancos y cajas y la Sareb, la sociedad a la que entidades con ayudas traspasaron inmuebles, suelo y créditos a promotores por 50.449 millones de euros.

«Como resultado de todo este proceso de saneamiento, recapitalización y reestructuración, las entidades de crédito españolas afrontan los retos pendientes desde una posición de mayor fortaleza», celebra el organismo presidido por Luis María Linde, que señala que la debilidad económica y el ajuste del sector inmobiliario seguirán lastrando las cuentas de la banca. «Debe seguir dando los pasos previstos para culminar su reestructuración, proseguir el ajuste de su capacidad instalada y avanzar en el cumplimiento de los futuros requerimientos de capital y liquidez», indica el supervisor en su informe.

Asfixia económica de los hogares

Otra de las tareas sería reabrir el grifo del crédito, ahora mismo cerrado a cal y canto para empresas y familias a pesar de la política expansiva del Banco Central Europeo (BCE). En el caso de los hogares la financiación que reciben de las entidades cayó en 2012 a un ritmo del 3,9%. Mucho peor es el escenario en el caso de las sociedades, incluidas las pymes: para ellas el crédito se desplomó un 7%. El Banco de España achaca esta falta de financiación en buena parte a un endurecimiento de las condiciones de los préstamos y a la fragmentación del mercado europeo, que se refleja en la prima de riesgo y hace que, por ejemplo, una empresa española tenga que pagar mucho más que una alemana por financiarse.

En este sentido, el informe anual de de 2012 del órgano supervisor detalla eso sí que el descenso de tipos de interés como el Euribor ha supuesto «un cierto alivio para las familias endeudadas». Ahora bien, el supervisor advierte de que «el deterioro del mercado laboral y de las rentas y el retroceso de su riqueza neta han contribuido a que aumente el porcentaje de hogares sometidos a un elevado grado de presión financiera». Y esto, señala el Banco de España, se está notando en un aumento de préstamos hipotecarios impagados, que suponen ya el 4% del total, más de un punto en comparación con 2011, y de los créditos al consumo en situación de dudoso cobro, el 9,5 %, 2,6 puntos porcentuales por encima de la tasa de impago de un ejercicio antes.

«La disminución del ahorro no destinado al servicio de la deuda aescala agregada sugiere que el colchón del que disponen algunos hogares para hacer frente a posibles perturbaciones adversas se ha reducido», alerta el supervisor, que no obstante califica en el documento de «fundamental» y «esperanzadora» la moderación salarial alcanzada tras la implantación de la reforma laboral.

Fuente: ABC.es

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