Las habilidades que necesitan las empresas de la próxima década

Desde el nacimiento de la Revolución Industrial hasta la actualidad, los avances tecnológicos han obligado al hombre a cambiar sucesivamente las estructuras y los paradigmas de trabajo y productividad en las organizaciones.

Por otro lado, hace rato que la tecnología ha dejado de ser un elemento difuso y abstracto inmerso en los laboratorios y en los libros de ciencia ficción: en 1997 la "supercomputadora" Deep Blue de IBM venció al campeón de Ajedrez Gary Kasparov. Esta victoria de la maquina sobre el hombre marcó, sin proponérselo, el comienzo de una nueva era.

Los paradigmas acerca del trabajo han cambiado y lo siguen haciendo: hace una década, muchos trabajadores en Estados Unidos se preocupaban porque sus puestos de trabajo podrían ser reemplazados por otros de menor costo en otros países.

En la actualidad, la preocupación ya no pasa tanto por los costos de la mano de obra, sino por el impacto de las nuevas tecnologías que emergen rápidamente y sus consecuencias directas sobre en el mercado laboral, donde ya existen firmas que arman equipos "en la nube" para llevar adelante ventas, atención a clientes y otras acciones.

Es decir, la conectividad global, la aparición de las máquinas inteligentes y de nuevos medios de comunicación son sólo algunos de los factores que influyen en el cambio de nuestra forma de pensar sobre el trabajo, sus efectos en las organizaciones y las habilidades que necesitaremos para ser productivos en el futuro no tan lejano.

En este contexto, quienes analizan los insights del futuro, como el Instituto del Futuro, perteneciente al Instituto de Investigación de la Universidad de Phoenix, en Estados Unidos, en un informe reciente, identificaron los siguientes drivers como fuente de las habilidades y competencias que se debieran tener en cuenta en la elección de los ejecutivos:

• un aumento importante de la longevidad de las personas
• la aparición de nuevas herramientas de comunicación multimedia
• un mundo globalmente conectado
• organizaciones superestructuradas

una constante penetración de dispositivos inteligentes y sensores con capacidad de procesamiento para captar datos, almacenarlos y analizarlos en búsqueda del mundo como "un sistema programable".

El 2020 está a la vuelta de la esquina y, en consecuencia de la aparición de estos drivers, los empleos de la próxima década requerirán, según los expertos, que los empleados posean una combinación de habilidades como la inteligencia social, el pensamiento adaptativo, la competencia intercultural, la "realfabetización" sobre los nuevos medios que surjan, la interdisciplinaridad la gestión de la carga cognitiva y colaboración virtual.

Según los expertos, estos cambios afectarán tanto para las personas, instituciones educativas, empresariales y gubernamentales.

En tal sentido, para tener éxito en la próxima década, los profesionales deberán demostrar visión de futuro en la navegación de un paisaje rápidamente cambiante acerca de las formas de organización y requisitos de formación.

Las personas estarán cada vez más llamadas a evaluar continuamente las habilidades que necesitan y deberán poner rápidamente en conjunto los recursos adecuados para desarrollarlas y actualizarse. Es decir, los trabajadores en el futuro deberán ser, en la práctica, "estudiantes de por vida" adaptables.

Actualmente, a nivel mundial, las instituciones educativas en los niveles primario, secundario y universitario son, en gran medida, producto de la tecnología la infraestructura y las circunstancias sociales del pasado.

Sin embargo, el paisaje ha cambiado y en consecuencia, éstas instituciones deberán adaptarse rápidamente para responder a los cambios que incluyan un mayor énfasis en el desarrollo de habilidades como el pensamiento crítico, la comprensión y capacidad de análisis, la integración de la alfabetización de los nuevos medios en los programas educativos, incluir el aprendizaje a través de la experiencia que brinda el protagonismo de habilidades blandas (la capacidad de colaborar, trabajar en grupos, saber leer las señales sociales y responder adaptativamente) la ampliación de la necesidad de prolonga el proceso de aprendizaje incluso hasta la edad adulta y la integración de la formación interdisciplinaria, para que los estudiantes puedan desarrollar habilidades y conocimientos en diversos temas.

Por otro lado, las empresas también deben estar atentas a los cambios del entorno y adaptar su planificación de recursos humanos y las estrategias de desarrollo para asegurar la alineación con las necesidades futuras.

En este aspecto, será estratégico que los profesionales de recursos humanos puedan reconsiderar los métodos tradicionales para la identificación de las habilidades críticas, así como la selección y el desarrollo del talento.

Asimismo, se estima que en el futuro se mejorará la capacidad de las empresas para garantizar la organización de sus talentos y renovar continuamente las habilidades necesarias que permitan sostener sus respectivos objetivos de negocio. En este aspecto, aplicar una estrategia de mano de obra para mantener los objetivos del negocio debería ser uno de los más objetivos más críticos para los profesionales de recursos humanos y, en este sentido, se debería contar con colaborar con las universidades para abordar la cuestión del aprendizaje

El futuro está llegando mucho más rápido de lo que pensamos y estas tendencias (2020) no deberían ser interpretadas como un concepto lejano y extraño: más allá de las condiciones imperantes del panorama local, los cambios llegan como una ola, primero en forma tímida, anticipatoria, para luego derramarse con toda su potencia sobre mercados, individuos, gobiernos y empresas. Y es necesario estar preparado.

Fuente:Iprofesional